Los científicos del Instituto de Heartmath descubrieron que el corazón tiene su propia inteligencia independiente del cerebro, y además estos organos se comunican entre sí.

Esta inteligencia es en realidad un vórtice de energía divina que pulsa, brilla y gira en un magnífico ritmo de armonía.

No es visible a simple vista, sin embargo se puede sentir si cierras los ojos y centras tu atención profundamente en tu corazón. Muchos santos y santas lograron sentir ese fuego en el pecho en medio de la oración y la meditación, Santa Teresa de Jesús le llamaba el castillo interior.

Encontramos referencias a esta llama en todas las grandes tradiciones espirituales, especialmente cuando examinamos los escritos de los místicos del cristianismo, hinduismo, budismo, taoismo, confucianismo y zoroastrismo.

Esta inteligencia del corazón y su presencia divina es el fuego consumidor que se describe como Dios en la Tradición Judaica. Es el “hombre escondido del corazón” al que se referían los primeros cristianos, y es la esencia espiritual primordial que los antiguos hindúes llamaban el Atman.

Aquí una lista de datos sorprendentes sobre tu corazón publicados por los Científicos del Instituto de HeartMath, esta organización de investigación y educación sin fines de lucro reconocida internacionalmente dedicada a ayudar a las personas a reducir el estrés, el control de las emociones, construir la energía y la capacidad de una recuperación para una vida sana y feliz.

¿Sabías que?

Tu corazón emite campos electromagnéticos que cambian de acuerdo a sus emociones.

¿Sabías que?

El corazón humano tiene un campo magnético que puede ser medido hasta varios metros de distancia del cuerpo humano.

¿Sabías que?

Las emociones positivas crean beneficios fisiológicos en tu cuerpo.

¿Sabías que?

Puedes estimular tu sistema inmunológico mediante la evocación de emociones positivas.

¿Sabías que?

Las emociones negativas pueden crear el caos del sistema nervioso, y que las emociones positivas hace todo lo contrario.

Esto es importante para la raza humana, podríamos empezar a cambiar la forma de lo que sentimos el interior, mejorando nuestro entorno. No hay mucho que se puede lograr a partir de un lugar de tristeza, angustia o ira.

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